Los Testigos de Jehová Calumniados...

"Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.(Hechos 28:22)

Lo que la gente pregunta acerca de los testigos de Jehová



¿Cómo consideran los testigos de Jehová la obediencia a los gobiernos?

¿Se oponen ellos al tratamiento médico?

¿QUÉ sabe usted acerca de los testigos de Jehová? Principalmente, muchas personas los conocen como la gente que va de casa en casa con la Biblia. También, son muy conocidos por sus grandes asambleas. Pero lo primero que se les ocurre a muchas personas es: “¿No son ellos los que no aceptan transfusiones de sangre y no saludan la bandera?”

En muchos lugares el que los testigos de Jehová rehúsen aceptar transfusiones de sangre, o hacer homenaje a la bandera, ha hecho de ellos un tema de controversia. Muchos se preguntan: ‘¿Por qué adoptan ellos tal posición?’ ‘¿Es sencillamente para ir a la contra, para llamar la atención? ¿Están en contra de los gobiernos?’

A muchos se les ha hecho creer eso. El Sunday Punch de Nigeria del 17 de julio de 1977 presentó las opiniones de personas de diferentes condiciones sociales. Un estudiante dijo: “Los testigos de Jehová son fanáticos, Nigeria debe estar alerta contra ellos.” Un contador afirmó: “Es muy malo el que cualquier sector de la población se niegue a dar el Juramento Nacional. . . . Debería obligarse a los testigos [de] Jehová a jurar lealtad.” Un secretario concordó: “No está bien el que ningún grupo de personas, prescindiendo del pretexto que tengan, desprecien el juramento nacional. Es un desacato a la seguridad nacional.”

A menudo los líderes religiosos han sido responsables de amoldar esa opinión pública respecto a los Testigos. El mismo número del Sunday Punch declaró: “En un ataque a la secta, el reverendísimo Timothy Olufosoye, obispo anglicano de Ibadan, dijo que ‘los libros y panfletos de ellos rebosan de odio . . . y contradicciones de las enseñanzas sencillas y el amor de Dios.’” Según se le citó, otro caudillo religioso dijo: “Al negarse a dar el juramento de lealtad pecan, pues eso es hacer caso omiso de las normas mundanas.”

¿Qué puede decirse de acusaciones como ésas? ¿Precisamente por qué se niegan los testigos de Jehová a saludar la bandera o a aceptar transfusiones de sangre? ¿Verdaderamente ‘contradicen la enseñanza sencilla de Dios’?

El Sunday Punch envió a su reportera, Dupe Olugunna, a la oficina sucursal de los Testigos aquí en Lagos, Nigeria. Ella dejó varias preguntas escritas a mano con Albert N. Olih, miembro del personal de la sucursal. Él las contestó, y en el Sunday Punch del 17 de julio de 1977 las preguntas y respuestas fueron publicadas, en parte, junto con las opiniones que otras personas expresaron acerca de los testigos de Jehová. Puesto que la controversia en torno a los testigos de Jehová es mundial, y no se limita sencillamente a Nigeria, el considerar esta entrevista será esclarecedor para personas de todas partes.

Abajo hallará las preguntas de la reportera del Punch y las respuestas de Albert Olih.

PUNCH: ¿Por qué tienen ustedes un complejo de persecución tan grande?

SR. OLIH: Si por esto usted quiere saber si a los testigos de Jehová les gusta que los persigan, deseo asegurarle que a los testigos de Jehová no les gusta ser perseguidos. Sin embargo, si algunos quieren perseguirnos debido a que tenemos un punto de vista diferente respecto a algunos asuntos bíblicos, no podemos impedírselo. Sencillamente tenemos que soportar la persecución y aguantar. Tratamos de asegurarnos de que lo que hacemos esté en armonía con la Biblia debido a que nuestra organización está basada en la Biblia, y entonces si la gente quiere perseguirnos debido a que obramos en armonía con nuestro entendimiento de los principios bíblicos, sencillamente dejamos el asunto en las manos de Jehová Dios.—Sal. 83:18.

La Biblia dice: “Tengan una buena conciencia, para que en aquello mismo en que hablen contra ustedes queden avergonzados los que hablan con desprecio de su buena conducta en lo relacionado con Cristo. Porque mejor es sufrir porque están haciendo el bien, si la voluntad de Dios lo desea, que porque están haciendo el mal.” (1 Ped. 3:16, 17) Y también: “Tengan presente la palabra que les dije: El esclavo no es mayor que su amo. Si ellos me han perseguido a mí, a ustedes también los perseguirán.”—Juan 15:20.

PUNCH: ¿A qué se debe que a ustedes les moleste tanto la autoridad? Al menos Jesús nos dijo que deberíamos ‘dar a César lo que es de César y a Dios lo que es de Dios.’

SR. OLIH: La verdad es que como testigo de Jehová no me molesta la autoridad del gobierno, y puedo decir esto por todos los testigos de Jehová. Obramos en armonía con lo que se declara en Tito 3:1: “Sean obedientes a los gobiernos y a las autoridades como gobernantes.” Es cierto que algunos individuos, antes de llegar a ser testigos de Jehová, quizás hayan participado en conducta desaforada. Es posible que hayan robado lo que le pertenecía a otros. Tal vez opinaban que solo era importante obedecer ciertas leyes cuando había un policía presente. Sin embargo, la Biblia les hizo ver que, si iban a emprender la adoración verdadera de Jehová, tendrían que adoptar un punto de vista muy diferente de la vida.

La actitud que los cristianos deben tener para con el gobierno de “César” se declara en Romanos 13:1: “Toda alma esté en sujeción a las autoridades superiores, porque no hay autoridad a no ser por Dios.” Esto no quiere decir que Dios haya establecido estos gobiernos o que él apruebe su proceder. Algunos de ellos dicen francamente que son ateos. No obstante, Dios les permite existir. No podrían ejercer autoridad alguna si Dios no se lo permitiera. “Jesús le contestó [a Poncio Pilato]: ‘No tendrías autoridad alguna contra mí a menos que te hubiese sido concedida de arriba. Por eso el hombre que me entregó a ti tiene mayor pecado.’” (Juan 19:11) Así es que nosotros seguimos la doctrina que dice: “Por lo tanto, paguen de vuelta a César las cosas de César, pero a Dios las cosas de Dios.”—Mat. 22:21.

PUNCH: En el caso de los niños escolares que rehusaron dar el “juramento nacional,” ¿no están ustedes provocando la autoridad estatal demasiado enérgicamente? ¿Por qué no siguen la doctrina de ‘dar a César lo que es de César’?

SR. OLIH: Es prudente recordar que el mandato dice ‘dar a César las cosas que son de César y dar a Dios las cosas que son de Dios.’ Uno tiene que determinar qué cosas son de Dios a fin de no dar a César las cosas que son de Dios.

Es bueno recordar, también, que Jesús estaba respondiendo a preguntas acerca del pago de impuestos. Nos alegramos de que el gobierno de “César” bajo el cual vivimos provea caminos para viajar, escuelas para educación, protección contra el fuego, inspección de alimentos y muchas otras cosas, entre éstas tribunales de ley y protección contra la delincuencia. ¿Cómo pagamos de vuelta estas cosas que César provee?

Es por medio de pagar impuestos. La Biblia dice: “Hay por lo tanto razón apremiante para que ustedes están en sujeción, no solo por causa de esa ira [en castigo por las leyes violadas], sino también por causa de la conciencia de ustedes. Pues por eso es que ustedes también pagan impuestos; porque ellos son siervos públicos de Dios que sirven constantemente según este mismo propósito. Rindan a todos lo que les es debido, al que pide impuesto, el impuesto; al que pide tributo, el tributo.” (Rom. 13:5-7) Los testigos de Jehová pagan sus impuestos.

Pero, por otra parte, Jesús dice que debemos dar a Dios las cosas que son de Dios. ¿Qué cosas le pertenecen a Dios? La Biblia en Salmo 36:9 dice: “Porque contigo está la fuente de la vida; por luz de ti podemos ver luz.” En otra parte leemos: “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él . . . da a todos vida.”—Hech. 17:24, 25.

De modo que le debemos la vida a Jehová Dios y él es el único que tiene el derecho a determinar cómo debemos usar nuestra vida. Le debemos nuestra adoración, y esto significa que nos es preciso reconocer que sus leyes son supremas. Así es que si “Cesar” nos pide que desobedezcamos las leyes de Dios, entonces el cristiano tiene que seguir el ejemplo del apóstol Pedro y sus compañeros apóstoles cuando dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios como gobernante más bien que a los hombres.”—Hech. 5:29.

Los testigos de Jehová no ‘provocan’ la autoridad estatal. Imitan a Jesucristo y a los apóstoles por medio de mostrar respeto a los que están en autoridad y a la vez usan su vida para hacer las cosas que están en armonía con la voluntad de Dios. Al hacer esto, verdaderamente pagamos de vuelta a Dios lo que le pertenece a Dios y a César las cosas que le pertenecen a César.—1 Cor. 7:23.

Ahora bien, en cuanto a dar el juramento: Como usted habrá observado de los muchos informes periodísticos respecto a los recientes incidentes con los hijos de los testigos de Jehová, los muchachos envueltos en estos casos no dijeron que alguien les había dicho que no deberían repetir las palabras del juramento. En cada caso afirmaron que su conciencia entrenada por la Biblia no les permitía repetir las palabras del juramento.

Estos niños deben haber leído acerca de los tres jóvenes hebreos, Sadrac, Mesac y Abednego, quienes rehusaron participar en la ceremonia que el rey había ordenado. ¿Por qué rehusaron? Porque ésta envolvía adoración, y su adoración pertenecía a Jehová Dios. Dios aprobó lo que ellos hicieron. Pero, ¿cómo reaccionó el rey de Babilonia? Al principio se encolerizó violentamente. No obstante, con el tiempo, vio la mano de Jehová Dios en el asunto. Al darse cuenta de que ellos no presentaban peligro al estado, proclamó un decreto en el que protegía la libertad de ellos. (Dan. 3:1-30) ¿No admira usted la lealtad de ellos a Dios? ¿No desea usted ser tan firme como lo fueron ellos al dar su adoración exclusiva a Dios?

Estos niños también deben haber leído Marcos 12:29-31: “‘Jehová nuestro Dios es un solo Jehová, y tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.’ El segundo es éste: ‘Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.’ No hay otro mandamiento mayor que éstos.”

Ciertamente, si se cría a los niños de tal manera que amen a Jehová Dios con todo su corazón, toda su alma, toda su mente y todas sus fuerzas, y amen a su prójimo como se aman a sí mismos, no presentarán peligro alguno a la nación. No robarían, defraudarían, no se unirían en ningún plan de derrocar al gobierno, no dejarían de dar trabajo equivalente por una paga equivalente ni harían cosa alguna que trajera un mal nombre a su país y a su gobierno. ¿Podría alguien decir que las personas que están dispuestas a obedecer la ley de Dios y adherirse a ella constituyen un peligro al público?

Si esta negación a saludar solo ocurriera en Nigeria, entonces uno pudiera comenzar a razonar que estos niños están menospreciando el gobierno del país. Pero ésta es la posición que los hijos de los testigos de Jehová adoptan siempre que se enfrentan a cuestiones similares.

PUNCH: ¿Diría usted que la expresión ritual del juramento es un índice crucial para medir la profundidad del compromiso y lealtad de uno para con el estado?

SR. OLIH: Parece que éste es un asunto que deben considerar las personas que están en autoridad. Sin embargo, hay una ilustración en la Biblia que pudiera ser útil para responder a esta pregunta. Se encuentra en Mateo 21:28, 29: “‘¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Dirigiéndose al primero, dijo: “Hijo, ve, trabaja hoy en la viña.” En respuesta éste dijo: “Iré, señor,” pero no fue. Acercándose al segundo, dijo lo mismo. En respuesta éste dijo: “No quiero.” Después le pesó, y fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?’ Ellos dijeron: ‘El segundo.’ Jesús les dijo: ‘En verdad les digo que los recaudadores de impuestos y las rameras van delante de ustedes al reino de Dios.’”

Por consiguiente, ¿qué quiere la gente? ¿Desean hacedores o habladores? ¿A quién preferiría usted? ¿A la persona que por sus acciones muestra lealtad a la nación obedeciendo las leyes de la nación, como las de no robar, no asesinar y que de ningún modo hace planes para derrocar al gobierno ni participa en hacer contrabando ni en acaparar artículos y hacer otras cosas que podrían traer dificultad y peligro innecesario a la gente, o al que participa en estas cosas pero de manera muy elocuente proclama que es muy leal a la nación?

PUNCH: ¿No le parece a usted que como ciudadanos de Nigeria los miembros de su secta le deben al país ciertas obligaciones cívicas generales?

SR. OLIH: Ciertamente los testigos de Jehová que son ciudadanos de Nigeria reconocen su obligación cívica de obedecer las leyes de este país. Como ya se ha declarado, pagan ‘a César las cosas de César y a Dios las cosas de Dios.’ (Mat. 22:21) En nuestra conversación usted mencionó el asunto de votar. Un artículo de fondo en el “New Nigerian” del 18 de octubre de 1976 hizo algunos comentarios pertinentes a este asunto al considerar las elecciones del gobierno local. Hizo notar que a menudo se mide el grado de democracia de una sociedad por el grado al cual se garantiza el derecho a votar. Pero, ¿qué hay si “se obliga a los ciudadanos a ejercer este derecho”?

Dice el “New Nigerian”: “La afirmación que [esa] sociedad hace de ser demócrata pierde todo su valor. Por eso toda la quisquilla de algunos grupos debido a que los miembros de los testigos de Jehová rehúsen votar . . . parece innecesaria.” El artículo de fondo continúa diciendo: “No creemos que los testigos de Jehová hayan cometido crimen alguno. Siempre que un individuo o grupo de individuos . . . paguen sus impuestos, no participen en actividades ilegales y no alteren la paz y el orden, la democracia exige que se les deje en paz y se les dé protección estatal... aun si tal individuo o grupo opta por no votar.”

PUNCH: ¿Qué hay en cuanto a la mujer embarazada de Emekuku que murió junto con su hijo no nacido por rehusar aceptar una transfusión de sangre por “no creer en la medicina natural”? ¿Dónde dice la Biblia que no deberíamos aceptar transfusiones de sangre?

SR. OLIH: Es difícil creer que esta mujer no haya creído en la medicina natural. Si así hubiera sido, ¿por qué fue al hospital? ¿Esperaba ella que le dieran una botella de cerveza o algún whisky o aguardiente? Ciertamente fue al hospital a fin de recibir asistencia médica. Los testigos de Jehová creen en la medicina natural.

Ahora bien, en cuanto a la pregunta directa que usted ha hecho en cuanto a por qué los testigos de Jehová rehúsan aceptar transfusiones de sangre. La ley de Dios prohíbe que uno robe, asesine, cometa adulterio, adore ídolos; por eso los testigos de Jehová no hacen esas cosas. La ley de Dios también prohíbe el comer sangre. En Génesis 9:3, 4 Jehová le mandó a Noé: “Todo animal moviente que está vivo puede servirles a ustedes de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras se lo doy todo a ustedes. Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer.” Además, Jehová le dijo a su pueblo, los israelitas: “‘Ninguna alma de ustedes debe comer sangre y ningún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes debe comer sangre.’ . . . En consecuencia dije yo a los hijos de Israel: ‘No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre. Cualquiera que la coma será cortado.’” (Lev. 17:12-14) Así es que, según estos textos bíblicos, Dios no le permite al hombre comer sangre.

Después de la muerte de Jesucristo los apóstoles se enfrentaron a la cuestión de la sangre cuando personas que no eran judías comenzaron a aceptar el cristianismo. El asunto fue remitido al cuerpo gobernante de la congregación cristiana en Jerusalén y ellos, basados en la Palabra de Dios y con la ayuda del espíritu santo, tomaron una decisión. ¿Cuál fue su decisión?

En Hechos 15:28, 29 el relato dice: “Porque al espíritu santo y a nosotros mismos nos ha parecido bien no añadirles ninguna otra carga, salvo estas cosas necesarias: que sigan absteniéndose de cosas sacrificadas a ídolos y de sangre y de cosas estranguladas y de fornicación. Si se guardan cuidadosamente de estas cosas, prosperarán. ¡Buena salud a ustedes!”

Así es que en obediencia al mandato de Dios, los testigos de Jehová se abstienen de aceptar sangre alguna. En casos de emergencia usan sustancias para expandir el volumen del plasma como una solución salina, “dextran,” y así por el estilo, que son mucho más seguras que las transfusiones de sangre. Los testigos de Jehová no condenan las prácticas médicas; entre ellos hay muchos médicos y dentistas. Si usted indaga en los hospitales de aquí de Lagos y en otras partes del país, hallará que algunos testigos de Jehová trabajan como enfermeras y químicos, y hay algunos de ellos que son dueños de tiendas en las que se venden medicinas de patente. Pero no rehúsan violar la ley de Dios sencillamente para apoyar la práctica popular de suministrar transfusiones de sangre.

Para ser francos, ¿qué persona en el campo médico puede decir honradamente que las transfusiones de sangre en sí no presentan riesgos? Al mencionar esto, no quiero decir que los testigos de Jehová objeten a las transfusiones principalmente por razones médicas. No, ¡que nadie jamás reciba esa impresión! La razón fundamental por la que no podemos, sí, no aceptaremos transfusiones de sangre es que la Palabra de Dios lo prohíbe. Nuestra objeción estriba básicamente en razones religiosas. Sin embargo, el hecho de que haya tantos riesgos envueltos en aceptar transfusiones de sangre recalca cuán razonable es nuestra posición, aun desde el punto de vista médico.
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Es excelente cuando se da la oportunidad, como lo hizo el Sunday Punch aquí en Nigeria, de explicar la posición de los testigos de Jehová. Como usted puede ver, la posición que ellos han adoptado no es fanática, irrazonable, sino más bien es una que se basa totalmente en las enseñanzas de la Palabra de Dios, la Biblia.

Debido a las falsedades que los líderes religiosos han propagado, sería un error esperar que se pudiera obtener meramente de oídas un cuadro exacto de lo que los testigos de Jehová creen y por qué lo creen. No esperaríamos obtener de los escribas y fariseos un cuadro correcto de lo que Jesús creía, ¿verdad?

Así es que si usted tiene alguna pregunta acerca de los testigos de Jehová y sus creencias, ¿por qué no les pregunta personalmente a ellos? Con gusto responderán a cualesquier preguntas que usted tenga.

Fuente de la información:

*** g78 8/4 págs. 3-9 Lo que la gente pregunta acerca de los testigos de Jehová ***

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¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?


SE ACUSÓ a Jesucristo de ser borracho, glotón, violador del sábado, falso testigo, blasfemo y mensajero de Satanás. También se le inculpó de subversión. (Mateo 9:34; 11:19; 12:24; 26:65; Juan 8:13; 9:16; 19:12.)

Después de la muerte y resurrección de Jesús, sus discípulos fueron de igual modo el blanco de graves acusaciones. Una muchedumbre arrastró a un grupo de cristianos del siglo primero ante los gobernantes de la ciudad, clamando: ‘Estos hombres han trastornado la tierra habitada’. (Hechos 17:6.) En otra ocasión, se llevó al apóstol Pablo y a su compañero Silas ante las autoridades y se les acusó de turbar muchísimo la ciudad de Filipos. (Hechos 16:20.)

Más tarde se acusó a Pablo de ser “un individuo pestilente [...] que promueve sediciones entre todos los judíos por toda la tierra habitada”, así como de querer “profanar el templo”. (Hechos 24:5, 6.) Los judíos principales de Roma reflejaron con exactitud la situación de los seguidores de Jesús cuando reconocieron: “Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. (Hechos 28:22.)

Está claro, pues, que había quien consideraba a esa nueva comunidad fundada por Jesús como una agrupación religiosa con ideas y prácticas radicales que chocaban con el comportamiento social aceptado entonces. Sin duda, muchas personas de hoy hubieran considerado a los cristianos una secta destructiva. Los opositores eran con frecuencia miembros eminentes y respetados de la sociedad, lo que daba más peso a sus acusaciones. Muchos creyeron las acusaciones lanzadas contra Jesús y sus discípulos. No obstante, como probablemente sepa, cada uno de esos cargos era falso. El hecho de que la gente dijera esas cosas no las hacía verdaderas.

¿Y hoy día? ¿Sería exacto referirse a los testigos de Jehová como una agrupación religiosa con ideas y prácticas que chocan con la conducta social aceptada? ¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?