Los Testigos de Jehová Calumniados...

"Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.(Hechos 28:22)

¿Cómo Tratan Los Testigos de Jehová Los Pecados Escandalosos?


Dos hombres fueron ejecutados por lapidación y un tercero sobrevivió a la pena en el noreste de Irán a finales de diciembre, informó el domingo el diario iraní Etemad Mellin citando a defensores de los derechos humanos.

Tres hombres fueron lapidados por adulterio en el cementerio de Behesht Reza de (la ciudad de) Mashad” a finales de diciembre, informó el periódico, citando el comunicado “de abogados y de defensores de los derechos” humanos.

Uno de ellos, un ciudadano afgano llamado Mahmud, sobrevivió a la lapidación aunque quedó gravemente herido, pero los otros dos murieron”, prosiguió Eteman Melli,.

Las autoridades no hicieron comentarios sobre la información. El jefe del poder judicial, el ayatolá Mahmud Hachemi Sharudi, había emitido en 2002 un decreto que suspendía la aplicación de las penas de lapidación.

Según la ley islámica en vigor en Irán, el adulterio puede castigarse con la lapidación. Se sitúa al condenado en un agujero en la tierra hasta la cintura, si es un hombre, y hasta el cuello, si es una mujer. Se le lanzan piedras, de tamaño medio, y si sobrevive queda indultado.

Fuente de la información:

http://www.noticias24.com/actualidad/noticia/22569/lapidan-a-tres-hombres-en-iran-por-adulterio/

En la actualidad es frecuente escuchar casos de adulterio entre matrimonios de todo estrato social, nivel cultural y religioso. Aunque en otras culturas el castigo es más severo, como los que se muestran en la introducción, ciertamente entre los Testigos de Jehová es inconcebible tomar la Justicia por nuestras propias manos.

Sin embargo muchas personas se preguntan, ¿Cómo tratan los Testigos de Jehová estos pecados escandalosos entre sus miembros?

Cuando se presentan pecados graves como el adulterio entre algún miembro de los Testigos de Jehová, la situación ciertamente es escandalosa muy diferente cuando si se tratara de personas que no profesan ninguna creencia religiosa o en las que sencillamente a las iglesias a las que pertenecen no hay ningún tipo de disciplina al respecto. Ciertamente, en el caso de los Testigos de Jehová este es un hecho que no puede pasarse por alto. Sin embargo, no es necesario pensar que un caso de esa índole deba tratarse de acuerdo con alguna regla humana. Como sucede en el caso de otros pecados, antes de que el individuo que hubiera cometido este mal pudiera ser aceptado por Dios y Su pueblo, tal pecador tendría que arrepentirse y claramente mostrar los frutos del arrepentimiento.

Los tratos de Dios con los israelitas indican que él, en ciertas ocasiones, perdonó hasta pecados escandalosos y persistentes. (Deu. 4:30; Isa. 55:7; 57:16-18; Zac. 1:3, 4) Jesús habló del “gozo [que hay] en el cielo por un pecador que se arrepiente.” Entonces ilustró el punto con la historia del hijo pródigo que malgastó el dinero en un derrotero de disolución con rameras. Cuando el hijo recobró el juicio, regresó y buscó el perdón por haber pecado contra el cielo y contra su padre; el padre lo perdonó afectuosamente.—Luc. 15:1-7, 11-24.

No obstante, la Biblia también muestra que el cristiano que peca y no se arrepiente debe ser expulsado de la congregación para que ésta se mantenga espiritualmente pura. (1 Cor. 5:1-5, 11-13) Eso ocurrió en el caso de un hombre de Corinto que abiertamente había llevado una vida inmoral. Las Escrituras indican que para volver a ser aceptado en la congregación un hombre como aquél tendría que arrepentirse, rechazar su derrotero inmoral, volverse y producir frutos propios del arrepentimiento. Aparentemente esto fue lo que aquel hombre hizo al poco tiempo. En Segunda a los Corintios, que se cree que fue escrita menos de un año después, el apóstol Pablo instó a la congregación a perdonar a un pecador, y manifiestamente se refería a aquel hombre expulsado que ya tendría que haberse arrepentido.—2 Cor. 2:5-10; Mat. 3:7, 8; Hech. 26:20.

Hoy día, las congregaciones de los testigos de Jehová también emplean ese procedimiento bíblico de expulsar. Y de acuerdo con este ejemplo, no hay un plazo de tiempo establecido antes de que se pueda restablecer a la persona; hay que esperar hasta que se manifieste arrepentimiento genuino, lo cual puede tomar hasta años.

Muchos tal vez indiquen que ha habido confabulación y engaño. Por ejemplo, un hombre (quizás casado) se apasiona por la esposa de otro individuo. Entonces, puede que flirteen a escondidas, se vean en secreto y haya encubiertos despliegues de pasión. Quizás se valgan de mentiras y engaños para mantener esta situación oculta de otras personas, particularmente del cónyuge inocente. Puede que con el correr del tiempo estos dos individuos huyan juntos, y después de conseguir un divorcio sin base bíblica se casen el uno con el otro. Es posible que hayan calculado muy bien el resultado, y se hayan dado cuenta de que serían expulsados. Pero piensan que “quizás en un año o algo por el estilo” podrán alegar que se han arrepentido y verse restablecidos, y de ese modo habrán logrado que las cosas hayan salido justamente como deseaban. Sin embargo, abusar de la misericordia divina es un grave error. En Gálatas 6:7 se da la seguridad de que: “De Dios uno no se puede mofar. Porque cualquier cosa que el hombre esté sembrando, esto también segará.” El hecho de que Jehová no aprueba la fornicación se desprende de muchos textos bíblicos, y los que abrigan deseos incorrectos no deben pasar eso por alto.—Compare con Revelación 21:8; 22:15.

Si con el tiempo la persona expulsada viene a los ancianos espirituales que representan a la congregación y pide que se le restablezca, tendrá que considerarse lo que ha ocurrido, así como la actitud del malhechor. Respecto a la unidad de la fe, Pablo habló en cuanto a no dejar que “las tretas de los hombres, por medio de astucia en tramar el error” ejerzan influencia. (Efe. 4:13, 14) Eso es cierto en cuanto a evitar error doctrinal y es igualmente cierto en cuanto a evitar tener en la congregación a personas que deliberadamente hayan usado engaño y tretas para cometer iniquidad.—Compare con 2 Corintios 11:13; Salmo 101:7; 119:118.

Al considerar tal solicitud de restablecimiento el comité de ancianos querría tener presente la diferencia que hay entre la persona que sucumbe al pecado en un momento de debilidad y alguien que conspira para pecar. Recordamos que Dios le mostró misericordia a Pedro después que éste hubo negado a Jesús tres veces; sin embargo, Dios ejecutó a Ananías y Safira, quienes maquinaron en el corazón cómo llevar a cabo el engaño.—Hech. 5:1-11.

Por lo tanto, los ancianos de la congregación tienen que ejercer mucho cuidado en los casos en que haya habido pretensiones hipócritas y conspiración. Puede que la persona manifieste pesar y arrepentimiento, pero si otra vez estuviera en la situación en la cual comenzó, ¿“haría lo mismo de nuevo”? ¿Dejaría a su cónyuge por otra persona? Desde luego, ahora ha entrado en un nuevo arreglo matrimonial y por lo tanto no puede simplemente ponerle fin y regresar a la situación que existía antes; el matrimonio anterior ha terminado debido al divorcio, el adulterio y el volverse a casar. (Mat. 19:9) Sin embargo, ¿manifiesta arrepentimiento genuino el individuo, y está “aplastado” y se siente herido hasta el corazón? (Isa. 57:15) ¿Le repugna el pecado que ha cometido, más bien que simplemente sentirse triste porque se le ha expulsado y no puede disfrutar de la asociación cristiana? ¿Ha producido por suficiente tiempo, el cual no está determinado de antemano, fruto propio del arrepentimiento? Los ancianos tendrán que estar convencidos, y no tener dudas, de que hay verdadero arrepentimiento. Si no están sinceramente convencidos de que ésta es la realidad, puede que decidan esperar y reunirse de nuevo para repasar el asunto después que se haya acumulado más evidencia.

Los ancianos deben estar profundamente conscientes de la responsabilidad que tienen de proteger a la congregación, y aun así siempre deben estar conscientes de la misericordia de Dios y de Su deseo de que las personas obtengan la vida. (Rom. 2:4) Ellos comprenden que no tienen facultades sobrehumanas para leer los corazones y los motivos de manera perfecta, como sí las tiene Jehová, a quien el pecador tiene que rendir cuentas. (Heb. 4:13) Por lo tanto, se esfuerzan por dejar que lo que guíe su consideración y decisión sea la Palabra de Dios y lo que puedan determinar en cuanto a la actitud y condición de corazón de la persona expulsada. Si andando el tiempo el comité de ancianos llega a la conclusión de que el pecador se ha arrepentido verdaderamente y ha trabajado en purificar su corazón, la decisión de restablecimiento es apropiada, como en el caso del hombre de Corinto. (Sant. 4:8) Pero no hay un tiempo determinado para que eso suceda. Y aun si la congregación restablece a tal pecador, debe recordarse que él o ella todavía tendrá que ‘estar de pie ante el tribunal de Dios’ para rendir cuentas.—Rom. 14:10-12.

1 comentarios:

ART viernes, noviembre 13, 2009 1:41:00 p. m.  

muy buen articulo felicidades los invito ver mi blog tambienhttp://pinedaart.blogspot.com/search/label/pintura%20textil

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¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?


SE ACUSÓ a Jesucristo de ser borracho, glotón, violador del sábado, falso testigo, blasfemo y mensajero de Satanás. También se le inculpó de subversión. (Mateo 9:34; 11:19; 12:24; 26:65; Juan 8:13; 9:16; 19:12.)

Después de la muerte y resurrección de Jesús, sus discípulos fueron de igual modo el blanco de graves acusaciones. Una muchedumbre arrastró a un grupo de cristianos del siglo primero ante los gobernantes de la ciudad, clamando: ‘Estos hombres han trastornado la tierra habitada’. (Hechos 17:6.) En otra ocasión, se llevó al apóstol Pablo y a su compañero Silas ante las autoridades y se les acusó de turbar muchísimo la ciudad de Filipos. (Hechos 16:20.)

Más tarde se acusó a Pablo de ser “un individuo pestilente [...] que promueve sediciones entre todos los judíos por toda la tierra habitada”, así como de querer “profanar el templo”. (Hechos 24:5, 6.) Los judíos principales de Roma reflejaron con exactitud la situación de los seguidores de Jesús cuando reconocieron: “Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. (Hechos 28:22.)

Está claro, pues, que había quien consideraba a esa nueva comunidad fundada por Jesús como una agrupación religiosa con ideas y prácticas radicales que chocaban con el comportamiento social aceptado entonces. Sin duda, muchas personas de hoy hubieran considerado a los cristianos una secta destructiva. Los opositores eran con frecuencia miembros eminentes y respetados de la sociedad, lo que daba más peso a sus acusaciones. Muchos creyeron las acusaciones lanzadas contra Jesús y sus discípulos. No obstante, como probablemente sepa, cada uno de esos cargos era falso. El hecho de que la gente dijera esas cosas no las hacía verdaderas.

¿Y hoy día? ¿Sería exacto referirse a los testigos de Jehová como una agrupación religiosa con ideas y prácticas que chocan con la conducta social aceptada? ¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?