Los Testigos de Jehová Calumniados...

"Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.(Hechos 28:22)

¿Es Jesucristo un personaje Historico?


¿PUEDE llamarse a algún hombre indiscutiblemente el hombre más grande de todos los tiempos? ¿Cómo se mide la grandeza del hombre? ¿Por su genio como militar?, ¿por su fortaleza física?, ¿por su capacidad mental?

El historiador H. G. Wells dijo que la grandeza del hombre se puede medir por ‘lo que deja plantado para que se desarrolle, y si puso o no a pensar a otros en nuevas direcciones con un vigor que persistiera después de él’. Aunque Wells no afirmó ser cristiano, reconoció lo siguiente: “Si se aplica esta prueba, Jesús está en primer lugar”.

Alejandro el Grande (Alejandro Magno), Carlomagno (llamado “el Grande” hasta mientras todavía estaba vivo), y Napoleón Bonaparte fueron gobernantes poderosos. Por su imponente presencia influyeron profundamente en sus súbditos. Sin embargo, se informa que Napoleón dijo: “Jesucristo ha ejercido influencia y mando sobre Sus súbditos sin Su presencia corporal visible”.
Por sus dinámicas enseñanzas y por el modo como vivió en conformidad con ellas, Jesús ha afectado profundamente la vida de la gente por casi dos mil años. Como bien lo expresó un escritor: “El conjunto de cuanto ejército haya marchado y cuanta armada haya sido construida y cuanto parlamento haya funcionado y cuanto rey haya gobernado no ha tenido en la vida del hombre sobre esta Tierra un efecto que iguale al de él”.

Persona histórica

Sin embargo, aunque parezca extraño, algunos dicen que Jesús nunca existió... que es, en realidad, la creación de unos hombres del primer siglo. En respuesta a los escépticos que se expresan así, el respetado historiador Will Durant presentó este argumento: “El que unos cuantos hombres sencillos hubieran inventado en una sola generación una personalidad tan vigorosa y atractiva, una ética tan sublime y una visión tan inspiradora de la hermandad humana sería un milagro mucho más increíble que cualquiera de los que se han anotado en los Evangelios”.

Pregúntese: ¿Pudiera alguien que nunca hubiera existido haber afectado tan notablemente la historia humana? La obra de consulta The Historians’ History of the World (La historia universal vista por historiadores) declaró: “El resultado histórico de las actividades [de Jesús] sobrepasó en importancia, hasta desde un punto de vista estrictamente seglar, los hechos de todo otro personaje histórico. Desde su nacimiento data una nueva era reconocida por las principales civilizaciones del mundo”.

Sí, considere eso. Hasta los calendarios de hoy día se basan en el año en que supuestamente nació Jesús. “Las fechas que antecedieron a ese año se designan a.C., o antes de Cristo—explica The World Book Encyclopedia—. Las fechas posteriores a ese año se designan A.D., o anno Domini (en el año de nuestro Señor).”

Sin embargo, los críticos señalan que todo lo que en verdad sabemos de Jesús se halla en la Biblia. No hay otros registros contemporáneos sobre él, dicen. Hasta H. G. Wells escribió: “Los antiguos historiadores romanos pasaron por alto por completo a Jesús; él no dejó impresión en los registros históricos de su tiempo”. Pero ¿es cierto eso?

Aunque las referencias a Jesucristo por historiadores seglares de la antigüedad son pocas, sí existen. Cornelio Tácito, un respetado historiador romano del primer siglo, escribió: “El autor de este nombre [cristianos] fue Cristo, el cual, imperando Tiberio, había sido justiciado por orden de Poncio Pilato, procurador de la Judea”. Suetonio y Plinio el Joven, otros escritores romanos de aquel tiempo, también mencionaron a Cristo. Además, Flavio Josefo, un historiador judío del primer siglo, escribió acerca de Jacobo (Santiago), a quien llamó “hermano de Jesús que se llamó Cristo”.

Por eso, The New Encyclopædia Britannica llega a esta conclusión: “Estos relatos independientes prueban que en la antigüedad ni siquiera los opositores del cristianismo pusieron alguna vez en tela de juicio la historicidad de Jesús, que fue cuestionada por primera vez, y sin base adecuada, a fines del siglo XVIII, durante el XIX y a principios del XX”.

Sin embargo, esencialmente todo lo que se conoce acerca de Jesús fue puesto por escrito por sus seguidores del primer siglo. Sus informes se han conservado en los Evangelios... libros bíblicos escritos por Mateo, Marcos, Lucas y Juan. ¿Qué dicen estos relatos acerca de quién era Jesús?
¿Quién era, realmente?

Los que se asociaron con Jesús en el primer siglo se hicieron esa pregunta. Cuando vieron que con una reprensión Jesús calmó milagrosamente un mar azotado por el viento, se preguntaron, atónitos: “¿Quién, realmente, es este[?]”. Más tarde, en otra ocasión, Jesús preguntó a sus apóstoles: “Ustedes, ¿quién dicen que soy?”. (Marcos 4:41; Mateo 16:15.)

Si a usted se le hiciera esa pregunta, ¿qué contestaría? ¿Era Jesús en realidad Dios? Hoy muchos dicen que era Dios. Sin embargo, los que se asociaron con él nunca creyeron que él fuera Dios. La respuesta del apóstol Pedro a la pregunta de Jesús fue: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo”. (Mateo 16:16.)

Jesús nunca afirmó que fuera Dios, pero reconoció que era el Mesías o Cristo prometido. También dijo que era “Hijo de Dios”, no Dios. (Juan 4:25, 26; 10:36.) Sin embargo, la Biblia no dice que Jesús fuera un hombre como cualquier otro hombre. Era una persona muy especial, porque Dios lo creó antes de todas las demás cosas. (Colosenses 1:15.) Por miles de millones de años o más, aun antes de la creación del universo físico, Jesús vivió en el cielo como espíritu y disfrutó de compañerismo íntimo con su Padre, Jehová Dios, el Magnífico Creador. (Proverbios 8:22, 27-31.)

Entonces, unos dos mil años atrás, Dios transfirió la vida de su Hijo a la matriz de una mujer, y Jesús llegó a ser un hijo humano de Dios, nacido de una mujer del modo normal. (Gálatas 4:4.) Mientras Jesús se desarrollaba en la matriz, y mientras se crió como niño, dependió de las personas a quienes Dios había seleccionado para que fueran sus padres terrestres. Con el tiempo, a Jesús ya hombre se le concedió recordar toda su asociación anterior con Dios en el cielo. (Juan 8:23; 17:5.)

Lo que lo hizo el más grande

Porque imitó cuidadosamente a su Padre celestial, Jesús fue el hombre más grande de todos los tiempos. Como Hijo fiel, Jesús copiaba con tanta exactitud a su Padre que pudo decir a sus seguidores: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también”. (Juan 14:9, 10.) En toda situación aquí en la Tierra hizo tal como su Padre, el Dios Todopoderoso, habría hecho. “No hago nada por mi propia iniciativa —explicó Jesús—; sino que hablo estas cosas así como el Padre me ha enseñado.” (Juan 8:28.) Por eso, cuando estudiamos la vida de Jesucristo estamos en realidad obteniendo un cuadro claro de precisamente cómo es Dios.

Así, aunque el apóstol Juan reconoció que “a Dios ningún hombre lo ha visto”, todavía pudo escribir que “Dios es amor”. (Juan 1:18; 1 Juan 4:8.) Juan podía hacer esto porque conocía el amor de Dios mediante lo que vio en Jesús, quien era el reflejo perfecto de su Padre. Jesús era compasivo, bondadoso, humilde y abordable. Los débiles y oprimidos se sentían cómodos en su presencia, lo mismo que personas de toda clase... hombres, mujeres, niños, los ricos, los pobres, poderosos y hasta pecadores viles. Solo a las personas de corazón inicuo no les gustaba.

Sí, Jesús no simplemente enseñó a sus seguidores a amarse unos a otros, sino que les mostró cómo. “Como yo los he amado —dijo—, que ustedes también se amen los unos a los otros.” (Juan 13:34.) El conocer “el amor del Cristo”, explicó uno de sus apóstoles, “sobrepuja al conocimiento”. (Efesios 3:19.) Sí, el amor que Cristo demostró sobrepasa al conocimiento académico de datos y “obliga” a otros a responder al amor. (2 Corintios 5:14.) Así, en particular el sobrepujante ejemplo de amor de Jesús lo hizo el hombre más grande de todos los tiempos. Su amor ha afectado el corazón de millones a través de los siglos y ha resultado ser para ellos una influencia beneficiosa.

Sin embargo, puede que algunos presenten esta objeción: ‘Mire todos los crímenes que se han cometido en el nombre de Cristo: las cruzadas, la Inquisición y las guerras en que millones de supuestos cristianos se han matado unos a otros como combatientes en lados opuestos’. Pero la verdad es que los que hacen estas cosas niegan por sus hechos que sean seguidores de Jesús. Las enseñanzas y el modo de vivir de él condenan las acciones de ellos. Hasta un hindú, Mohandas Gandhi, se sintió impulsado a decir: ‘Amo a Cristo, pero desprecio a los cristianos porque no viven como vivió Cristo’.

Fuente: El Hombre mas grande de todos los tiempos. publicado por la Watchtower.







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¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?


SE ACUSÓ a Jesucristo de ser borracho, glotón, violador del sábado, falso testigo, blasfemo y mensajero de Satanás. También se le inculpó de subversión. (Mateo 9:34; 11:19; 12:24; 26:65; Juan 8:13; 9:16; 19:12.)

Después de la muerte y resurrección de Jesús, sus discípulos fueron de igual modo el blanco de graves acusaciones. Una muchedumbre arrastró a un grupo de cristianos del siglo primero ante los gobernantes de la ciudad, clamando: ‘Estos hombres han trastornado la tierra habitada’. (Hechos 17:6.) En otra ocasión, se llevó al apóstol Pablo y a su compañero Silas ante las autoridades y se les acusó de turbar muchísimo la ciudad de Filipos. (Hechos 16:20.)

Más tarde se acusó a Pablo de ser “un individuo pestilente [...] que promueve sediciones entre todos los judíos por toda la tierra habitada”, así como de querer “profanar el templo”. (Hechos 24:5, 6.) Los judíos principales de Roma reflejaron con exactitud la situación de los seguidores de Jesús cuando reconocieron: “Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. (Hechos 28:22.)

Está claro, pues, que había quien consideraba a esa nueva comunidad fundada por Jesús como una agrupación religiosa con ideas y prácticas radicales que chocaban con el comportamiento social aceptado entonces. Sin duda, muchas personas de hoy hubieran considerado a los cristianos una secta destructiva. Los opositores eran con frecuencia miembros eminentes y respetados de la sociedad, lo que daba más peso a sus acusaciones. Muchos creyeron las acusaciones lanzadas contra Jesús y sus discípulos. No obstante, como probablemente sepa, cada uno de esos cargos era falso. El hecho de que la gente dijera esas cosas no las hacía verdaderas.

¿Y hoy día? ¿Sería exacto referirse a los testigos de Jehová como una agrupación religiosa con ideas y prácticas que chocan con la conducta social aceptada? ¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?