Los Testigos de Jehová Calumniados...

"Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.(Hechos 28:22)

¿Adónde volverse con confianza?

¿SE VE usted afectado por la “crisis respecto a la confianza”? Por toda la Tierra hay una crisis de esa índole... de falta de confianza en los líderes.

Recientemente una revista jesuita presentó este comentario: “Parece que la crisis respecto a la confianza con que se considera al gobierno es . . . una disposición que coincide en su extensión con la del mismo orden político internacional.” Y el canciller del Centro Universitario de Atlanta dijo: “La gente está pasando por una crisis respecto a confianza.”

Quizás usted se dé cuenta de que muchas personas, al enterarse de lo extensamente esparcida que está la corrupción, han perdido confianza en los líderes gubernamentales y comerciales. ¡Pero muchos no tienen confianza tampoco en los líderes religiosos!

Cuando un reportero le preguntó a un muchachito de cinco años de Illinois, Estados Unidos, qué pensaba acerca de Dios, el jovencito contestó: “Dios vive en una caja toda la semana y sale los domingos con un traje raro para hablar acerca de dinero.” El jovencito estaba pensando en un clérigo. ¿Por qué cree usted que se quedó con esa impresión? Aunque hay quienes tienen una buena opinión de su ministro o sacerdote, ¿cuál es la impresión general? Por ejemplo, ¿cree usted que otros veinte años de vida inculcarán en este muchacho profunda confianza en los líderes religiosos? Francamente, lo que la mayoría de la gente ve, oye y lee acerca de muchos de los clérigos ha resultado en una “crisis de confianza” en cuanto a los líderes religiosos también.

Sin embargo, esta situación no es razón para que usted quede sin recursos cuando tiene problemas espirituales o morales. Ni cuando necesita consejo sano basado en la Palabra de Dios. Hay una fuente de ayuda a la cual puede volverse con confianza y recibir ayuda amorosa, equilibrada.

EN LA CONGREGACIÓN CRISTIANA

En un tiempo en que su nación se había corrompido, el profeta Jeremías dijo: “Guárdense ustedes cada uno de su propio compañero, y no cifren su confianza en ningún hermano. Porque . . . todo compañero mismo andaba por todos lados como mero calumniador.”—Jer. 9:4, 5.

Sin embargo ¡qué contraste hay con relación a los testigos de Jehová hoy día! En el libro Religious Movements in Contemporary America (1974), L R. Cooper señaló: “En su propia vida de congregación los Testigos forman una comunidad genuina de confianza y aceptación.” Esa confianza mutua se encuentra en sus congregaciones por todo el mundo.

Pero hay todavía más que solo el espíritu general de confianza. En cada congregación hay un cuerpo de ancianos, hombres de mayor edad en sentido espiritual que tienen la confianza del rebaño y que pastorean y ayudan a todos los que componen la congregación. Si usted ya está asociado, con los testigos de Jehová, es probable que esté familiarizado con los cristianos maduros del cuerpo local de ancianos. Pero ¿sabe por qué usted puede acudir a ellos con confianza? ¿Cómo pueden ayudar a usted y a sus amados?

Note la descripción profética que de esos ancianos devotos dio Isaías: “Cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada.” (Isa. 32:2) De modo que usted puede conseguir consuelo y protección si considera a estos ancianos cristianos maduros como hombres dignos de su confianza. Como Isaías pasó a decir: “Mi pueblo tiene que morar en un lugar de habitación pacífico y en residencias de plena confianza y en lugares de descanso sosegados.”—Isa. 32:18.

Su confianza en estos hombres debe vigorizarse al reflexionar en las cualidades bíblicas que tuvieron que satisfacer a fin de ser ‘nombrados por espíritu santo’ para ser ancianos. Aunque hay variedad en cuanto a edad, personalidad y cantidad de experiencia, cada uno tiene que ser “moderado en los hábitos, de juicio sano, ordenado, hospitalario, capacitado para enseñar, no un borracho pendenciero, no un golpeador, sino razonable, no belicoso, no amador del dinero, . . . no un hombre recién convertido.”—1 Tim. 3:2-7; Tito 1:5-9; Hech. 20:28.

Puesto que los ancianos no son hombres ‘recién convertidos,’ usted estará tratando con hombres que han progresado a la madurez espiritual y han tenido bastante experiencia como cristianos. Sin embargo no están “por encima” de usted. ¿No lo atrae a ellos el que no asuman títulos religiosos altisonantes, ni siquiera “Caudillo”? (Mat. 23:8-12) Sin embargo, la Biblia dice que “llevan la delantera entre ustedes.” ¿De qué manera? Bueno, están “velando por las almas de ustedes como los que rendirán cuenta.” Y son cristianos que “trabajan duro en hablar y enseñar.” (Heb. 13:17; 1 Tim. 5:17) Usted puede ver, pues, por qué debería ser simplemente natural el que usted desarrollara confianza en ellos.

Es verdad que no son perfectos; cada uno puede tener limitaciones y aspectos en que esté mejorando. Pero ¿no sucedió así en el caso de los apóstoles también? ¿No los criticaban personas sumamente criticonas? (2 Cor. 10:10) Por otra parte, los cristianos equilibrados del primer siglo tenían verdadera confianza en los apóstoles. Reconocían que, aunque los apóstoles eran personas humanas imperfectas, en cuanto a lo espiritual estaban obviamente calificados y habían sido nombrados por espíritu santo. (Gál. 4:13, 14) ¿No debería usted, igualmente, tener confianza en los ancianos ahora?

Es interesante que la Biblia muestra que no eran solo los apóstoles quienes disfrutaban de la confianza de los hermanos, sino otros ancianos también. Por ejemplo, cuando Pablo escribió a los corintios acerca de enviar a Tito con contribuciones para los cristianos necesitados de Jerusalén, añadió: “Estamos enviando junto con [Tito] al hermano cuya alabanza relacionada con las buenas nuevas se ha extendido por todas las congregaciones.” (2 Cor. 8:18) ¿Quién era ese otro hermano? El comentarista Albert Barnes dice: “Es imposible determinar con certeza quién era . . . Quienquiera que haya sido, era alguien bien conocido, en quien la iglesia de Corinto podía tener entera confianza.”

Pero ¿qué envolvería el abordar a un anciano? ¿Y de qué podría ayudarle él?

MANIFESTANDO SU CONFIANZA

Probablemente usted se da cuenta de que un anciano no puede decidir las cosas para usted. En la mayoría de los asuntos el cristiano tiene que tomar individualmente su propia decisión. Pablo escribió: “Porque cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.” (Gál. 6:5) También, reconociendo que los ancianos “trabajan duro en hablar y enseñar,” usted no querría estar buscándolos constantemente con relación a todo detalle de la vida. Sin embargo, ellos ayudan gustosamente si un cristiano necesita consejo mientras pesa un asunto a la luz de la Palabra de Dios.

Pudiera ser que usted afrontara una decisión importante o tuviera un problema que estuviera tratando de resolver. ¿Cómo podría ayudarle el anciano que usted abordara con confianza? Bueno, la razón por la cual usted lo está abordando es que tiene confianza en él debido a que califica espiritualmente. Por eso, puesto que él es una persona que ‘se adhiere firmemente a la fiel palabra en lo que toca a su arte de enseñar,’ tratará de compartir con usted el consejo de Dios sacado de la Biblia. El que usted entienda y aplique este consejo le ayudará a actuar con sabiduría.—Sal. 19:7-11; 1 Tim. 4:6.

Dependiendo de la naturaleza del asunto, es posible que él le pida a otro anciano que considere el asunto junto con ustedes dos. Eso es excelente. Recuerde que Pablo no envió solo a Tito. Para que no hubiese duda en cuanto a si el asunto se había manejado apropiadamente, Pablo envió a otro hermano en quien los corintios confiaban. (2 Cor. 8:20) Por consiguiente, si dos ancianos consideran el asunto con usted, usted podría sacar provecho del consejo bíblico y la experiencia cristiana de ambos. Tocante a esto, Proverbios 15:22 nos dice: “Resultan frustrados los planes donde no hay habla confidencial, pero en la multitud de consejeros hay logro.”

Sírvase notar que esto será “habla confidencial.” Lo que usted considere con estos ancianos no se hará información pública. Los ancianos se encargan de no andar “descubriendo habla confidencial.” (Pro. 20:19) De hecho, ha habido casos en que una persona que comienza a asociarse con los testigos de Jehová ha buscado consejo de los ancianos acerca de conducta ilegal en el pasado, como el hurtar. Esa persona pudo hacer esto con la seguridad de que los ancianos no revelarían lo que les dijo en confianza. En vez de eso, suministraron consejo de la Biblia en cuanto a cómo el individuo podía poner su vida en armonía con los caminos de Jehová.—Pro. 18:24.

Quizás la ayuda que usted busque tenga que ver con una pregunta bíblica. Aunque el anciano no sea sexagenario o septuagenario, no es un novicio rematado en asuntos bíblicos. Ha estado estudiando la Biblia y las publicaciones cristianas por algunos años. Por consiguiente, pudiera recordar haber leído alguna información sobre la mismísima pregunta que usted tenga. O pudiera pasar algún tiempo con usted mostrándole cómo preguntas o asuntos de esta clase se pueden investigar usando ayudas como los índices de las publicaciones de la Watch Tower. Esa ayuda será doblemente provechosa para usted. Primero, usted puede hallar allí mismo una consideración del asunto, a la luz de la Biblia, que puede estudiar cuidadosamente. Segundo, mientras hace eso pudiera aprender cómo puede buscar información en el futuro. ¿No podemos estar agradecidos de tener a nuestra disposición tales fuentes de ayuda a las cuales volvernos con confianza?

Usted también puede abordar a un anciano cristiano con confianza si ha cedido a la tentación y ha pecado. Recuerde que los ancianos son humanos también. Por eso puede estar seguro de que se esforzarán por ser comprensivos y considerados. Ellos tienen presente este consejo divino: “Hermanos, aun cuando un hombre da algún paso en falso antes de darse cuenta de ello, ustedes que tienen las debidas cualidades espirituales traten de reajustar a tal hombre con espíritu de apacibilidad.” (Gál. 6:1) Ellos querrán ayudar a restaurarlo, para que usted pueda continuar sirviendo a Jehová y recibir sus bendiciones. Y tratarán de hacer esto con apacibilidad.

Usted sabe que estos hombres no son simples asalariados desinteresados. No se les paga para que sirvan a la congregación, sino que son hombres espirituales impelidos por amor a Jehová y a los que se están esforzando por hacer Su voluntad. Al manifestar confianza en ellos, y así recibir el beneficio de sus oraciones y consejo bíblico, usted puede continuar siendo una persona en intimidad con Jehová. Como nos dice Proverbios 3:32: “El perverso es una abominación al SEÑOR, pero los rectos se hallan en su confianza.”—Revised Standard Version.

Fuente de la información:
*** w76 15/2 págs. 124-126 ¿Adónde volverse con confianza? ***

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¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?


SE ACUSÓ a Jesucristo de ser borracho, glotón, violador del sábado, falso testigo, blasfemo y mensajero de Satanás. También se le inculpó de subversión. (Mateo 9:34; 11:19; 12:24; 26:65; Juan 8:13; 9:16; 19:12.)

Después de la muerte y resurrección de Jesús, sus discípulos fueron de igual modo el blanco de graves acusaciones. Una muchedumbre arrastró a un grupo de cristianos del siglo primero ante los gobernantes de la ciudad, clamando: ‘Estos hombres han trastornado la tierra habitada’. (Hechos 17:6.) En otra ocasión, se llevó al apóstol Pablo y a su compañero Silas ante las autoridades y se les acusó de turbar muchísimo la ciudad de Filipos. (Hechos 16:20.)

Más tarde se acusó a Pablo de ser “un individuo pestilente [...] que promueve sediciones entre todos los judíos por toda la tierra habitada”, así como de querer “profanar el templo”. (Hechos 24:5, 6.) Los judíos principales de Roma reflejaron con exactitud la situación de los seguidores de Jesús cuando reconocieron: “Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. (Hechos 28:22.)

Está claro, pues, que había quien consideraba a esa nueva comunidad fundada por Jesús como una agrupación religiosa con ideas y prácticas radicales que chocaban con el comportamiento social aceptado entonces. Sin duda, muchas personas de hoy hubieran considerado a los cristianos una secta destructiva. Los opositores eran con frecuencia miembros eminentes y respetados de la sociedad, lo que daba más peso a sus acusaciones. Muchos creyeron las acusaciones lanzadas contra Jesús y sus discípulos. No obstante, como probablemente sepa, cada uno de esos cargos era falso. El hecho de que la gente dijera esas cosas no las hacía verdaderas.

¿Y hoy día? ¿Sería exacto referirse a los testigos de Jehová como una agrupación religiosa con ideas y prácticas que chocan con la conducta social aceptada? ¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?