Los Testigos de Jehová Calumniados...

"Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.(Hechos 28:22)

La comunicación espiritista... ¿por qué no?


“¡USTED! ¡Aquí a mi puerta predicando acerca de la Biblia! ¡No puedo creer lo que ven mis ojos. . . . mi Mae-de-Santo [sacerdotisa brasileña del vudú], es ahora testigo de Jehová!”

Este fue el saludo que recibió una testigo cristiana de Jehová de Río de Janeiro mientras participaba en la obra de predicar de casa en casa. Ella había estado entre los miles de católicos brasileños que practican alguna forma de espiritismo. Sin embargo había abandonado tanto el catolicismo como el espiritismo para llegar a ser testigo de Jehová. ¿Por qué? ¿Estaba descontenta con su trabajo de sacerdotisa del vudú? ¿No le satisfacía la comunicación espiritista? Estas fueron preguntas que hizo la ama de casa en la interesante conversación que surgió en aquella primera entrevista.

Se calcula que un 70 por ciento de los católicos nominales del Brasil también practican alguna forma de espiritismo. Evidentemente creen que falta algo en su religión católica y esto los mueve a buscar de otra fuente lo que falta. Pero, ¿qué hay en el espiritismo que les interesa? Para muchas personas puede ser el atractivo del misticismo que hay en las sesiones espiritistas. Para otros, la atracción puede ser la esperanza de comunicarse con algún ser amado que haya muerto o investigar acerca de la vida amorosa ilícita de sus esposos o esposas.

Sin embargo, en el caso que acabamos de citar fue la búsqueda de la verdad lo que condujo a esta señora a investigar el espiritismo, cuando tenía 22 años de edad. Progresó rápidamente y al poco tiempo estaba a cargo de un centro de vudú. Continuó en aquel puesto por 24 años. Mucha de su comunicación con el mundo de los espíritus resultó en algún bien superficial para sus clientes, ya fuera en sentido económico, social o físico. Pero, según ella misma admitió, en muchos casos su trabajo como médium resultó en familias divididas e infidelidad.

Sin embargo, si se logra algún “bien” por medio de la comunicación espiritista, ¿por qué no practicarla? ¿Es apropiado el que un cristiano se envuelva en estas actividades, aun por algún supuesto ‘buen’ propósito?

COMUNICACIÓN PROVECHOSA CON LA REGIÓN DE LOS ESPÍRITUS

Al buscar guía en las Escrituras, hallamos que temprano en la historia del hombre éste tuvo comunicación con la región de seres invisibles. Leemos lo siguiente respecto a la primera pareja humana: “Más tarde oyeron la voz de Jehová Dios que estaba en el jardín a eso de la parte airosa del día.” (Gén. 3:8) Durante aquellos períodos de comunicación, el primer hombre aprendió muchas cosas que eran para su beneficio. Si hubiese hecho caso de aquel consejo, se hubiese ahorrado mucho sufrimiento y hasta la misma muerte.

También hubo comunicación directa entre los siervos de Dios y la región de seres invisibles durante el período de los patriarcas hebreos. Noé recibió instrucciones de una fuente invisible para construir una inmensa arca que desempeñaría una función preservativa durante un diluvio que vendría. El que Noé escuchara a su Consejero invisible resultó en gran provecho para Noé y su familia... y también para nosotros. Si Noé no hubiese prestado atención a las instrucciones que recibió, nosotros no estaríamos aquí ni podríamos escuchar ninguna clase de voces, fueran de fuentes invisibles o visibles.—Gén. 6:9-22.

Después que el patriarca Abrahán recibió comunicaciones de la misma índole, se mudó con su familia a otro país. (Gén. 12:1-4) Algún tiempo después, Dios puso a este hombre a prueba por medio de decirle que ofreciera a su hijo Isaac como sacrificio. Abrahán siguió aquellas instrucciones de manera explícita, hasta el punto de levantar el cuchillo para matar a su hijo. Sin embargo una voz desde los cielos invisibles detuvo a Abrahán. (Gén. 22:1-18) Una similar comunicación directa con Dios se hizo manifiesta durante el largo período de los jueces de Israel y más adelante la experimentaron las personas a quienes Dios escogió para que sirvieran de profetas para aquella nación. El prestar atención a aquella comunicación de fuente sobrehumana fue muy beneficioso para todo el que tuvo que ver con lo que sucedió.

EL REY SAÚL ES CONDENADO POR PARTICIPAR EN COMUNICACIÓN ESPIRITISTA

Sin embargo, no toda comunicación con la región invisible resultó en bien. Cuando Saúl, el primer rey de Israel, tuvo que afrontar una batalla decisiva con los filisteos “le dio miedo, y su corazón empezó a temblar muchísimo.” Saúl sintió la necesidad de ayuda, pero Jehová no iba a contestarle al infiel rey. Entonces Saúl dio la siguiente orden: “Búsquenme una mujer que sea perita en mediación espiritista, y ciertamente iré a ella y la consultaré.” ¿Y qué resultado tuvo esto? Expresándose por la médium, el supuesto espíritu del fallecido profeta Samuel le dijo al afligido rey: “Jehová también dará a Israel juntamente contigo en la mano de los filisteos, y mañana tú y tus hijos estarán conmigo.”—1 Sam. 28:4-19.

¿Se realizó esta predicción? Sí, pero solo en parte. Los israelitas fueron dados en la mano de los filisteos y sufrieron una terrible derrota. Saúl y tres de sus hijos murieron en la batalla. Sin embargo, contrario a la predicción, Is-bóset el hijo de Saúl no murió aquel día. Es cierto que si Saúl hubiese prestado atención a la predicción y se hubiese retirado del campo de batalla, le hubiese ido “bien” a él y sus tres hijos. Por lo menos podrían haber vivido un poco más de tiempo. Pero hubiese sido mucho mejor que Saúl nunca hubiese consultado a la médium espiritista de En-dor. Considere la razón por la cual eso es cierto.

Anteriormente, Saúl “había quitado del país a los mediums espiritistas y a los pronosticadores profesionales de acontecimientos.” (1 Sam. 28:3) ¿Por qué? Porque sabía que la ley de Dios declaraba: “No debería hallarse en ti nadie que . . . emplee adivinación, practicante de magia ni nadie que busque agüeros ni hechicero, ni uno que ate a otros con maleficio ni nadie que consulte a un médium espiritista o a un pronosticador profesional de sucesos ni nadie que pregunte a los muertos.” ¿Por qué razón se dio este mandato? “Porque todo el que hace estas cosas es algo detestable a Jehová.” (Deu. 18:10-12) Por lo tanto, al consultar a una médium espiritista, el infiel Saúl llegó a estar bajo condenación adicional por parte de Jehová con arreglo a la mismísima ley que él, como rey, debería apoyar. Pues bien, puesto que Jehová Dios había condenado a los mediums espiritistas y debido a las fechorías anteriores del rey Saúl nunca le dio contestación a éste, usted quizás pregunte: ¿Quién le envió el mensaje a Saúl por medio de la médium?

LA FUENTE DE LOS MENSAJES ESPIRITISTAS

La respuesta se hace patente a medida que continuamos examinando el registro bíblico. Siglos después de la muerte de Saúl, el profeta Isaías escribió: “En caso de que les digan a ustedes: ‘Recurran a los mediums espiritistas o a los que tienen espíritu de predicción que están chirriando y profiriendo expresiones en tonos bajos,’ ¿no es a su Dios a quien debe recurrir cualquier pueblo? ¿Debe recurrirse a personas muertas en pro de personas vivas?” Entonces se declara enfáticamente: “¡A la ley y a la atestación!” (Isa. 8:19, 20) Entonces, es claro que los que recurren a mediums espiritistas no están recurriendo al Dios Todopoderoso, Jehová. Por eso, ¿cuál es la fuente de los mensajes que reciben los que están “profiriendo expresiones en tonos bajos”?

Puede que a individuos del primer siglo E.C. se les haya ocurrido esa misma pregunta al escuchar las predicciones que hacían mediums profesionales. Por ejemplo, considere el caso de “cierta sirvienta” de Filipos. Ella tenía un “espíritu” y proporcionaba “mucha ganancia a sus amos practicando el arte de la predicción.” De hecho, iba siguiendo a Pablo y los asociados de éste y gritaba: “Estos hombres son esclavos del Dios Altísimo, los cuales les están publicando el camino de la salvación.” Bueno, aquella muchacha decía la verdad. Pero, ¿procedían de Dios sus palabras? No, pues por fin Pablo se cansó de escuchar aquel mensaje y “dijo al espíritu: ‘Te ordeno en el nombre de Jesucristo que salgas de ella.’ Y salió en aquella misma hora.” Sin ambages el registro inspirado identifica al “espíritu” como “un demonio de adivinación.”—Hech. 16:16-18.

Puede que para algunos expectadores haya sido difícil determinar exactamente a quién había estado sirviendo aquella muchacha. Sin embargo, Pablo sabía que ella no había recibido su poder de Dios, sino de otra fuente sobrehumana. El responsable de que ella tuviera aquel poder había sido un demonio. El hecho de que existían espíritus de tal clase que se valían de seres humanos para propósitos ocultos se hace patente por lo que ocurrió en Éfeso poco tiempo después.

Concerniente a las actividades del apóstol Pablo en esa ciudad, leemos: “Dios siguió ejecutando obras extraordinarias de poder mediante las manos de Pablo, de manera que hasta se llevaron paños y delantales de su cuerpo a los dolientes, y las dolencias los dejaron, y los espíritus inicuos salieron.” Cuando siete hijos del principal sacerdote judío Esceva trataron de expulsar un “espíritu inicuo,” el hombre que estaba poseído de demonios se echó de un salto sobre los aspirantes a exorcistas, de modo que tuvieron que huir “desnudos y heridos.”—Hech. 19:11-16.

“Esto llegó a ser conocido de todos, tanto de los judíos como de los griegos que moraban en Éfeso,” dice el registro inspirado, “y cayó temor sobre todos ellos, y el nombre del Señor Jesús siguió siendo engrandecido.” Por consiguiente, “muchos de los que se habían hecho creyentes venían y confesaban e informaban acerca de sus prácticas abiertamente. De hecho, buen número de los que habían practicado artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos,” a pesar de que aquellos libros valían una considerable suma de dinero. Aquellos individuos sabían que tenían que librarse de ambas cosas, de las prácticas mágicas y de los libros relacionados con éstas. Se apartaron de la fuente de predicción oculta, inicua y demoníaca y se dirigieron a la verdadera Fuente de sabiduría dadora de vida, Jehová Dios.—Hech. 19:17-20.

¿INDICAN SIEMPRE UNA BUENA FUENTE LOS ‘BUENOS’ RESULTADOS?

No es de dudar que de entre los mensajes que de fuentes del ocultismo hubieran recibido aquellos efesios anteriormente algunos habrían resultado correctos. Es posible que en algunas ocasiones los mensajes hayan sido ciertos y hayan resultado en algún “bien” obvio para ciertos individuos, ya fuera económica o físicamente. Puede que por medios relacionados con el ocultismo hasta se orientara a ciertos efesios a algo que supuestamente hubiera de curar sus graves dolencias o enfermedades. Pero, ¿hacía esto que aquella práctica fuera correcta? En otra ocasión, el apóstol Pablo advirtió que “Satanás mismo sigue transformándose en ángel de luz.” Se ve, pues, que, para engañar a los incautos, Satanás el Diablo puede hacer cosas que parezcan buenas. Pablo añade que los ministros de Satanás actúan del mismo modo.—2 Cor. 11:14, 15.

Por lo tanto, es sabio que los cristianos permanezcan alerta y eviten tener contacto con ese inicuo “ángel de luz” y sus ministros. Las personas piadosas ‘prueban las expresiones inspiradas para ver si se originan de Dios’ o de su gran archienemigo, Satanás el Diablo. (1 Juan 4:1) Sin embargo, Jesucristo declaró: “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor,’ entrará en el reino de los cielos . . . Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no . . . expulsamos demonios . . . en tu nombre . . .?’ Y sin embargo, entonces les confesaré: ¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obreros del desafuero.” (Mat. 7:21-23) Estas palabras son fuertes, pero pueden aplicar aun a personas que creen que pueden comunicarse con espíritus inicuos o practicar el exorcismo. Es evidente que a esa clase de individuos se les puede engañar fácilmente de modo que sirvan a Satanás mas bien que al Dios verdadero.

RESISTA LAS FUERZAS ESPIRITUALES INICUAS

El apóstol Pablo escribió a los cristianos de Éfeso: “Pónganse la armadura completa que proviene de Dios . . . porque tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra . . . las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales.” (Efe. 6:11, 12) Si un cristiano consultara a estas fuerzas por mediación de un médium espiritista, ¿podría decirse que estaría luchando contra ellas? De ninguna manera. Más bien, ¿no tendría que destruir el cristiano cualquier objeto que estuviera asociado con esa comunicación espiritista, en imitación del ejemplo de los creyentes de Éfeso del primer siglo que quemaron hasta los libros que tenían que ver con el ocultismo?

La ex-sacerdotisa del vudú que mencionamos anteriormente siguió esta forma de proceder cuando aprendió la verdad bíblica. Destruyó todos los objetos que tenía que estaban relacionados con el ocultismo, quemó todas sus imágenes y la ropa con ornamentos que anteriormente usaba durante las sesiones espiritistas. Hizo esto públicamente, ante los que estaban convencidos de que el que ella hiciera semejante cosa pondría en peligro su vida. Y ha continuado una vida activa, y dedica más de 140 horas al mes a declarar las buenas nuevas del reino de Dios. Sí, ¡hasta la asombrada ama de casa que saludó a la Testigo con las palabras que ya hemos citado siguió el ejemplo de ella, y abandonó la fusión de catolicismo y espiritismo! Ahora las dos se dan cuenta de que el nombre de Jehová es una torre fuerte, a la cual corre el justo y por ello recibe protección.—Pro. 18:10.

Los cristianos no esperan recibir comunicación directa de Dios, como la recibieron Adán, Abrahán y otras personas de tiempos antiguos. Se dan cuenta de que “Dios, que hace mucho habló en muchas ocasiones y en muchas maneras a nuestros antepasados por medio de los profetas, al fin de estos días nos ha hablado . . . por medio de un Hijo,” Jesucristo. (Heb. 1:1, 2) Lo que Jehová nos dice por medio de su Hijo se presenta en las Santas Escrituras para nuestro beneficio. Por eso los cristianos no necesitan una comunicación personal directa de Dios, ni la esperan.

Por lo tanto, los cristianos evitan cualquier esfuerzo presuntuoso por comunicarse con el mundo de lo invisible. Resisten los esfuerzos satánicos por engañarlos y hacerles creer que alguien puede tener comunicaciones espiritistas y todavía disfrutar del favor de Dios. Más bien, prestan atención al consejo de Pablo: “Tomen la armadura [espiritual] completa que proviene de Dios, para que puedan resistir en el día inicuo y, después de haber hecho todas las cosas cabalmente, estar firmes.”—Efe. 6:13.

Fuente de la información:
*** w79 15/7 págs. 5-8 La comunicación espiritista... ¿por qué no? ***

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¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?


SE ACUSÓ a Jesucristo de ser borracho, glotón, violador del sábado, falso testigo, blasfemo y mensajero de Satanás. También se le inculpó de subversión. (Mateo 9:34; 11:19; 12:24; 26:65; Juan 8:13; 9:16; 19:12.)

Después de la muerte y resurrección de Jesús, sus discípulos fueron de igual modo el blanco de graves acusaciones. Una muchedumbre arrastró a un grupo de cristianos del siglo primero ante los gobernantes de la ciudad, clamando: ‘Estos hombres han trastornado la tierra habitada’. (Hechos 17:6.) En otra ocasión, se llevó al apóstol Pablo y a su compañero Silas ante las autoridades y se les acusó de turbar muchísimo la ciudad de Filipos. (Hechos 16:20.)

Más tarde se acusó a Pablo de ser “un individuo pestilente [...] que promueve sediciones entre todos los judíos por toda la tierra habitada”, así como de querer “profanar el templo”. (Hechos 24:5, 6.) Los judíos principales de Roma reflejaron con exactitud la situación de los seguidores de Jesús cuando reconocieron: “Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. (Hechos 28:22.)

Está claro, pues, que había quien consideraba a esa nueva comunidad fundada por Jesús como una agrupación religiosa con ideas y prácticas radicales que chocaban con el comportamiento social aceptado entonces. Sin duda, muchas personas de hoy hubieran considerado a los cristianos una secta destructiva. Los opositores eran con frecuencia miembros eminentes y respetados de la sociedad, lo que daba más peso a sus acusaciones. Muchos creyeron las acusaciones lanzadas contra Jesús y sus discípulos. No obstante, como probablemente sepa, cada uno de esos cargos era falso. El hecho de que la gente dijera esas cosas no las hacía verdaderas.

¿Y hoy día? ¿Sería exacto referirse a los testigos de Jehová como una agrupación religiosa con ideas y prácticas que chocan con la conducta social aceptada? ¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?