Los Testigos de Jehová Calumniados...

"Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.(Hechos 28:22)

Transfusiones de sangre

Por el Dr. Aart Gisolf

09-09-1999

La transfusión de sangre es un tratamiento que se aplica con mucha frecuencia en todos aquellos casos en los que una persona ha perdido mucha sangre debido a una operación, un accidente o una enfermedad.

logotrsLas numerosas noticias sobre el contagio de Sida por vía sanguínea, hacen preguntarse a muchas personas si no hay otras opciones para la transfusión. Y si las hay, ¿por qué no se da una mayor divulgación ?, ¿o es que las instancias y empresas que comercian con sangre temen perder sus ingresos?.

La primera medida para limitar el número de transfusiones de sangre es preguntarse críticamente si verdaderamente es necesario. Por ejemplo con una transfusión de sangre se puede eliminar rápidamente una grave anemia; pero si no existe peligro de muerte para el paciente, también se puede combatir la anemia, aunque más lentamente, con preparados de hierro y otros productos que estimulan la producción de sangre.

Aparte del peligro de contagio del Sida, las transfusiones de sangre presentan otras objeciones: también conllevan riesgo de contagio de hepatitis y otras infecciones víricas. Además a pesar de todas las medidas de precaución, siempre se puede transfundir sangre de una persona infectada.

Además de limitar las transfusiones de sangre, hay otras opciones; la más conocida y cada vez más frecuente, es la autotransfusión sanguínea. Claro que esto sólo es posible cuando la operación está planeada con anticipación y no en caso de accidente o de operación de emergencia.

En la mayoría de las operaciones digamos normales, la posibilidad de que el paciente necesite una transfusión de sangre es sólo del 5%. Si todo el mundo diese dos o tres dosis de sangre, dos semanas antes de la operación, significaría que el 95% de la sangre habría que tirarla, pues no podría ser utilizada por otra persona. Además por un lado, se almacenaría durante demasiado tiempo, y por otro, el donante no habría sido seleccionado conforme a los criterios generales que rigen para las donaciones.

Hay otro inconveniente con respecto a utilización de la propia sangre: cuando una persona tiene una forma primaria de cáncer todavía no descubierta, pueden flotar células cancerosas en la sangre. A través de una autotransfusión volvería a introducirse en el organismo esas células y así, estimular la metástasis. De investigaciones realizadas se desprende que, en un primer estadio de diversas formas de tumores, las células cancerosas van a parar al torrente sanguíneo. Generalmente son destruídas por el sistema inmunitario.

Pero si ese sistema inmunitario se encuentra debilitado por una u otra razón, entonces no puede combatir eficazmente las células cancerosas errantes. Una transfusión de sangre, incluso de la propia sangre, puede significar una sobrecarga adicional para el sistema inmunitario.

Otra forma de evitar la transfusión de sangre ajena es diluir la sangre propia. Directamente antes de la operación y mientras se administra la anestesia, se extrae un litro de sangre del paciente y se le vuelve a introducir inmediatamente después de la operación. De esta manera, si el paciente pierde sangre durante la operación, perderá menos glóbulos rojos. Este método se aplica únicamente en operaciones previstas con antelación. El inconveniente es que supone más trabajo para el anestesista.

La tercera posibilidad es sangre donada por los familiares, algo que en principio se prefiere no hacer, pues los familiares no han sido seleccionados según los criterios estipulados. Además existe otro inconveniente y es el referente a los glóbulos blancos que pueden ser tan parecidos a los de la persona receptora que no son reconocidos como intrusos y, por lo tanto, tampoco son destruidos. Entonces, tienen la posibilidad de multiplicarse, y reaccionar contra el receptor. Esta reacción es bastante rara, pero cuanto más cercana sea la relación familiar, mayor será la posibilidad de que ocurra y entonces las consecuencias pueden ser muy graves para el paciente.

En resumen, hemos visto que hay opciones para la transfusión de sangre ajena, pero presentan sus inconvenientes. Esta es una de las razones por las que los médicos no muestran mucho entusiasmo por esos métodos. Un segundo problema es el trabajo extra que suponen, además de un mayor gasto.

Fuente de la información:

http://static.rnw.nl/migratie/www.informarn.nl/salud/cie_arc_hematologia/cie_transfusiones.html-redirected


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¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?


SE ACUSÓ a Jesucristo de ser borracho, glotón, violador del sábado, falso testigo, blasfemo y mensajero de Satanás. También se le inculpó de subversión. (Mateo 9:34; 11:19; 12:24; 26:65; Juan 8:13; 9:16; 19:12.)

Después de la muerte y resurrección de Jesús, sus discípulos fueron de igual modo el blanco de graves acusaciones. Una muchedumbre arrastró a un grupo de cristianos del siglo primero ante los gobernantes de la ciudad, clamando: ‘Estos hombres han trastornado la tierra habitada’. (Hechos 17:6.) En otra ocasión, se llevó al apóstol Pablo y a su compañero Silas ante las autoridades y se les acusó de turbar muchísimo la ciudad de Filipos. (Hechos 16:20.)

Más tarde se acusó a Pablo de ser “un individuo pestilente [...] que promueve sediciones entre todos los judíos por toda la tierra habitada”, así como de querer “profanar el templo”. (Hechos 24:5, 6.) Los judíos principales de Roma reflejaron con exactitud la situación de los seguidores de Jesús cuando reconocieron: “Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. (Hechos 28:22.)

Está claro, pues, que había quien consideraba a esa nueva comunidad fundada por Jesús como una agrupación religiosa con ideas y prácticas radicales que chocaban con el comportamiento social aceptado entonces. Sin duda, muchas personas de hoy hubieran considerado a los cristianos una secta destructiva. Los opositores eran con frecuencia miembros eminentes y respetados de la sociedad, lo que daba más peso a sus acusaciones. Muchos creyeron las acusaciones lanzadas contra Jesús y sus discípulos. No obstante, como probablemente sepa, cada uno de esos cargos era falso. El hecho de que la gente dijera esas cosas no las hacía verdaderas.

¿Y hoy día? ¿Sería exacto referirse a los testigos de Jehová como una agrupación religiosa con ideas y prácticas que chocan con la conducta social aceptada? ¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?