Los Testigos de Jehová Calumniados...

"Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”.(Hechos 28:22)

Lo que los católicos dicen sobre la infalibilidad del PAPA



¿CÓMO ven muchos católicos la doctrina de la infalibilidad del Papa? Observe los siguientes comentarios recogidos por el corresponsal de ¡Despertad! en Italia:

A. M., abogado católico de Bérgamo, dijo: “Si una persona profesa el catolicismo, entonces tiene que creer en sus dogmas. Es obvio que el problema de la infalibilidad del Papa no se puede explicar de una manera racional, es una cuestión de fe. O se cree o no se cree”.

P. S., católico de Palermo, afirma: “En mi opinión, lo que importa no es tanto si la Biblia apoya el dogma o no, sino si se puede establecer que cumple una función dentro de la Iglesia y que tiene una utilidad específica hoy día. Vivimos en un mundo confuso, una verdadera Babilonia de ideas. Las personas ya no están seguras de nada, y existe esta gran necesidad de contar con una fuente absolutamente segura con la que puedan identificarse”.

Otros católicos son críticos. Al parecer, su escepticismo se basa en los precedentes históricos del papado. “Soy católico practicante, pero me resulta difícil creer en esta doctrina [la infalibilidad del Papa] —dijo L. J., periodista romano—. La historia de los papas indica precisamente lo contrario.”

A. P., doctor de Roma, dice: “No lo creo en absoluto. Él es un hombre como todos los demás y se equivoca. Por ejemplo: cuando se mezcla en la política, está equivocado. El único que no se equivoca es Dios”.

Esta doctrina ha dividido a la gente. En 1982, el 57% de los católicos de la ciudad de Roma, donde está ubicado el Vaticano, consideraba el dogma de la infalibilidad del Papa como uno de los más cuestionables. En Portugal, solo el 54,6% de los católicos lo cree, y en España, únicamente el 37%.

¿Pudiera ser que en lugar de contribuir a la unidad de la iglesia católica, este dogma haya dado origen, en realidad, a divisiones y disputas? La evidencia histórica indica que desde su mismo principio ha sido raíz de controversias, hasta durante el concilio que lo promulgó en el siglo XIX.

Divisiones y amedrentamiento

No se puede negar que durante el concilio Vaticano del año 1870 hubo algunas discusiones muy acaloradas entre obispos y cardenales. El periódico La Civiltà Cattolica de aquel año habló de “ardiente agitación”, e hizo notar que ni siquiera los jesuitas habían previsto que “surgieran semejantes diferencias ante una verdad tan sagrada”.

El historiador alemán Ferdinand Gregorovius escribió que en el concilio hubo “sesiones tempestuosas”. La que se celebró el 22 de marzo de 1870 fue particularmente turbulenta. El obispo Josip Juraj Strossmajer, uno de los muchos obispos presentes en el concilio que estuvieron en contra del dogma de la infalibilidad, fue acallado por los gritos de los que estaban a favor. Los registros del concilio explican que mientras Strossmajer hablaba, estos obispos protestaban “con voz fuerte” y ‘gritaban’: “¡Que lo echen de aquí!”, y: “¡Que baje! ¡Que baje!”.

Otros historiadores han mostrado que el Papa y la curia romana ejercieron mucha presión en los miembros del concilio para que se aprobase el dogma. Respecto a esto, el historiador católico Roger Aubert habla de la “trifulca” que tuvo Pío IX con el cardenal boloñés Guidi, cuyo discurso al concilio no fue del agrado del Papa. Según se informa, en un estallido de cólera, Pío IX dijo al cardenal, quien en su discurso había hecho referencia a la tradición: “¡Yo soy la tradición!”.

El Papa quería que se aprobase la doctrina a toda costa: “Estoy tan decidido a seguir adelante —dijo—, que si pensase que el Concilio quiere silencio, lo disolvería y yo mismo promulgaría la definición”. La Civiltà Cattolica admitió: “Las maniobras del grupo mayoritario del concilio y también del papa Pío IX, así como las limitaciones y dificultades impuestas al grupo minoritario, no deben seguir minimizándose ni justificándose con excusas”.

Un libro de historia resume lo que sucedió del siguiente modo: “Los nuncios del Papa [embajadores] intimidan a los obispos para que apoyen un decreto de infalibilidad del Papa”. Sin embargo, tales “maniobras” no consiguieron calmar las aguas de la disidencia; más bien, solo sirvieron para agitarlas aún más. Después del concilio, parte del clero disidente se separó de la iglesia católica. De aquel cisma surgió el movimiento “Católicos de antes”, que todavía sigue activo en Austria, Alemania y Suiza.

Escépticos modernos

Las controversias sobre este dogma nunca se han apaciguado del todo. Con motivo del centenario de su aprobación, en 1970 volvieron a estallar con particular virulencia.

A finales de la década de los sesenta, el obispo holandés Francis Simons escribió el libro Infallibility and the Evidence, en el que expresó abiertamente sus dudas sobre la infalibilidad de la iglesia católica y del Papa. Simons dijo que por causa del dogma, “en lugar de ser una fuerza que promueve el progreso y los cambios favorables, la Iglesia se ha convertido en una institución que teme las innovaciones y que se preocupa por salvaguardar su propia posición”.

Poco después salió a la luz el fuerte ataque del afamado teólogo suizo Hans Küng, quien con su libro Infallible? An Enquiry y otros escritos provocó severas reacciones de la jerarquía católica. Luego, a finales de 1970, August Hasler escribió: “Cada vez se hace más evidente que el dogma de la infalibilidad del Papa no tiene base ni en la Biblia ni en la historia de la Iglesia durante el primer milenio”.

Los teólogos leales a la doctrina de la Iglesia han reaccionado de diversas maneras. La Civiltà Cattolica menciona la “enorme cantidad de dificultades, intolerancia y agitación” generadas por “la reafirmación de la doctrina del primado romano de Pedro decretada por el Vaticano II”. Karl Rahner enfatizó que “los dogmas permanecen en su marco histórico y permanentemente abiertos a interpretación futura”.

Si las definiciones de los dogmas están sujetas a nuevas interpretaciones, ¿cómo pueden ser infalibles? ¿Cómo pueden ofrecer la certeza que la gente busca? Pero aún más importante es saber si los primeros cristianos seguían a un Papa infalible.


1 comentarios:

Anónimo viernes, septiembre 03, 2010 10:05:00 a. m.  

CATOLICOS CALUMNIADOS!!POR LOS TESTIGOS DE RUSELL

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¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?


SE ACUSÓ a Jesucristo de ser borracho, glotón, violador del sábado, falso testigo, blasfemo y mensajero de Satanás. También se le inculpó de subversión. (Mateo 9:34; 11:19; 12:24; 26:65; Juan 8:13; 9:16; 19:12.)

Después de la muerte y resurrección de Jesús, sus discípulos fueron de igual modo el blanco de graves acusaciones. Una muchedumbre arrastró a un grupo de cristianos del siglo primero ante los gobernantes de la ciudad, clamando: ‘Estos hombres han trastornado la tierra habitada’. (Hechos 17:6.) En otra ocasión, se llevó al apóstol Pablo y a su compañero Silas ante las autoridades y se les acusó de turbar muchísimo la ciudad de Filipos. (Hechos 16:20.)

Más tarde se acusó a Pablo de ser “un individuo pestilente [...] que promueve sediciones entre todos los judíos por toda la tierra habitada”, así como de querer “profanar el templo”. (Hechos 24:5, 6.) Los judíos principales de Roma reflejaron con exactitud la situación de los seguidores de Jesús cuando reconocieron: “Porque, verdaderamente, en lo que toca a esta secta nos es conocido que en todas partes se habla en contra de ella”. (Hechos 28:22.)

Está claro, pues, que había quien consideraba a esa nueva comunidad fundada por Jesús como una agrupación religiosa con ideas y prácticas radicales que chocaban con el comportamiento social aceptado entonces. Sin duda, muchas personas de hoy hubieran considerado a los cristianos una secta destructiva. Los opositores eran con frecuencia miembros eminentes y respetados de la sociedad, lo que daba más peso a sus acusaciones. Muchos creyeron las acusaciones lanzadas contra Jesús y sus discípulos. No obstante, como probablemente sepa, cada uno de esos cargos era falso. El hecho de que la gente dijera esas cosas no las hacía verdaderas.

¿Y hoy día? ¿Sería exacto referirse a los testigos de Jehová como una agrupación religiosa con ideas y prácticas que chocan con la conducta social aceptada? ¿Son los testigos de Jehová una secta peligrosa?